Bautismo Espiritual v2 cap 4 Referencias después del Día de Pentecostés

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I. Profecías relacionadas con el Bautismo del Espíritu
II. El Prometido Bautismo en el Espíritu Santo.
III. La Venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés.
IV. Referencias después del Día de Pentecostés. — presente página —
V. La Llenura del Espíritu Santo.
VI. El Bautismo significa que la persona es ahora parte (identificado con) el cuerpo de Cristo, la Iglesia.
VII. Problemas, Dudas, y Cuestiones sobre el Bautismo del Espíritu.




A. Como una persona recibe el Espíritu Santo: «el pedir»

Hasta este punto en nuestro estudio podamos decir que la venida del Espíritu Santo como específicamente en el día de Pentecostés fue algo totalmente afuera del control de los individuos envueltos. Vino como y cuando Dios le agradó a dárselo. Así es como es presentado en todos los versículos mencionando la venida del Espíritu Santo. Pero tenemos que ver que Dios no ignora la voluntad del individuo, como por ejemplo en Lucas 11:13.

Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

No es claro si los discípulos estaban también pidiendo por el Espíritu Santo el día de Pentecostés o no. Dice solamente en Hechos 1:14 «perseveraban unánimes en oración y ruego.» Es verdad también que cuando uno pecador pide por la salvación de Dios, tiene que pedir por el «paquete», o sea la salvación y todo lo que incluye, y en este sentido él está pidiendo por el Espíritu Santo. El pensar que uno tiene que estar rogando a Dios que lo mande al cristiano el Espíritu Santo no es el sentido de estos versículos. Lucas 11:13 dice el opuesto, que Dios el Padre es mejor que un padre terrenal que tiene que rogarle así. Dios el Padre da libremente para los que le pidan. Además es importante de anotar que en resumen, ¿cómo es que una persona llega a tener el Espíritu Santo?

Cuando fueron «bautizados» por Jesús en el Espíritu Santo en Hechos 2, también fueron «llenos del Espíritu Santo». En esta ocasión no hay nada diciendo que estaba pidiendo por el Espíritu Santo y hay bastante referencia a este evento que no menciona nada de pedir, nada más esperar.

Lucas 24:49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

En Hechos 8:15-16 los discípulos oraron por ellos para que «recibiesen el Espíritu Santo.» Otra vez vemos que los que recibieron el Espíritu Santo fueron pasivos en el evento. Además el relato de este evento (Hechos 8:15-16) que hace Pedro en Hechos 10:44, hace bastante claro que la caída del Espíritu le interrumpió su sermón y no fue esperado. El uso de la palabra «caída» también presta al concepto que vino sobre ellos sin que ellos estuvieran pidiendo, y en este caso que nadie, ni Pedro ni los hermanos de Jerusalén estaban con anticipación que iba a suceder. En Hechos 19:2-6 cuando «vinieron sobre ellos el Espíritu Santo», Pablo es incrédulo que pueden ser verdaderos cristianos sin tener el Espíritu Santo, «¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?» Entonces los versículos que habla directamente de la venida del Espíritu Santo no indican que los individuos estaban orando por ello.

Además, hay versículos que habla indirectamente sobre la venida del Espíritu Santo. Estos versículos no abarcan nada de pedir, pero relaciona y condiciona la venida con la salvación. Hechos 5:32 claramente dice sobre «el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.» La palabra «obedecen» no es la palabra normal de obedecer, pero significa de obedecer al gobernador o príncipe (5:31). Este significa que Dios «ha dado» (perfecto – tiempo pasado y completado) el Espíritu a los que obedecen a Dios. Una vez más vemos que el Espíritu Santo es dado también después de la predicación de «arrepentimiento y perdón de pecados» (Hechos 5:31).

Gálatas 3:1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?

La respuesta de la pregunta de Pablo es definitivamente que ellos recibieron el Espíritu Santo por el oír con fe. Pablo lo dice en versículo 14 del mismo capítulo: «a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu» (Gál. 3:14). Entonces otra vez vemos que la única condición para recibir el Espíritu Santo es fe salvadora.

Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él.

Los creyentes en el Mesías, quien es el Cristo[1], que traspasaron del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento recibieron el don del Espíritu Santo en el día de Pentecostés o en el momento de claramente oír el evangelio. Entonces la conclusión es que ahora cuando una persona acepta a Cristo como su salvador personal, a la misma vez y en el mismo momento de salvación (esto es cuando uno oye el evangelio y lo acepta en fe, creyendo en ello), esta persona también recibe el Espíritu Santo para morar abundantemente para siempre adentro de su cuerpo físico. Pues sí hay algo que todavía queda para el cristiano en respeto del Espíritu Santo, es la llenura del Espíritu Santo.




B. La Importancia Práctica del Bautismo en el Espíritu

En analizar los versículos sobre el bautismo en el Espíritu, hay un lado práctico que no debemos olvidar. Solamente los discípulos que fueron testigos de la crucifixión (realmente los que abandonaron a Jesús en este momento) fueron instruido de esperar en Jerusalén por la venida del Espíritu Santo. En ningún otro lado vemos personas esperando la venida del Espíritu Santo. La idea hoy entre algunos grupos es que los cristianos deben estar esperando y orando para que venga de nuevo el Espíritu Santo como en el día de Pentecostés. Cuando viene de nuevo, según ellos, todo cambiará.

En realidad, la Biblia habla de nuestro bautismo espiritual con Cristo como algo ya hecho en el caso de cualquier persona ya salva. Siempre este bautismo espiritual es usado por los autores bíblicos como un arma para animar el creyente a dejar el pecado de dominar en su vida.

Gálatas 3:24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Pablo aquí explica que no hay diferencia entre los judíos salvos y los gentiles salvos. Los que son cristianos («hijos de Dios») son todos igualmente «bautizados en Cristo». No hay diferencia entre los cristianos, porque todos tienen la imagen de Cristo nuestro Salvador. Somos uno en Cristo. A este punto es apropiado de recordarnos que Cristo aprendió obediencia por medio de la persecución y sufrimiento que resultó finalmente en su muerte. Si Cristo era quebrantado de su propia voluntad, entonces esto es lo que es lo más prominente en todo cristiano verdadero. La idea que somos uno con Cristo por medio de este bautismo espiritual es de recordarnos que debemos ponernos (como ponemos un abrigo) las características de Cristo: manso, humilde, y quebrantado. Esto nos ayuda mucho en ganar la victoria contra el poder del pecado. Es pecado toda altivez, y la altivez causa todavía mas pecados.

Colosenses 2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

La idea de ser completo en Cristo no es muy clara si necesitamos todavía el don del Espíritu Santo después de nuestra salvación. ¿Cómo estamos completos entonces? Lo que toca al creyente después de ser salvo es de sujetar su vida totalmente a Cristo, día por día.




Romanos 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

De morir con Cristo es de dejar que el pecado controla a uno. De no vivir bajo su dominio, de dejar de pecar. Este es el punto de todo esto del Espíritu Santo. De llenar uno con el carácter del Espíritu Santo, que es siempre santidad. Ningún predicador puede hablar de ser bajo el control del Espíritu Santo si anda siempre buscando el pecado. Uno tiene que rechazarlo, y esto es la obra principal del Espíritu Santo, enfrentar y vencer el pecado.




[1] La palabra «Mesías» es hebreo y significa «el ungido» o «especial». La palabra «Cristo» es griego y es la traducción de la palabra hebrea «Mesías». La frase «Jesucristo» entonces significa «Jesús es el Cristo».