Cox – Las Marcas de los Falsos Profetas y Maestros Índice y Introducción

Tabla de Contenido

Las Marcas de los Falsos Profetas y Maestros

Versión 1 © 2005
Por David R. Cox

Este libro es cómo identificar a los falsos profetas y maestros. Desde las Escrituras, identificamos 3 formas de identificarlos: (Brinca a la Introducción)

1) Su Fruto — Que Hacen o Producen por sus Vidas y Ministerios.
2) Sus Métodos — Como hacen lo que hacen
3) Su Carácter — Que son. o que está en su corazón, finalmente,
4) Nuestra Defensa Contra los Falsos Profetas y Apendices

Cada sección tendrá el texto en una o más páginas en este sitio.

1° Tesalonicenses 5:21 Examinadlo todo; retened lo bueno.

Tito 1:9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que
también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.

 Índice de contenido de Las Marcas de los Falsos Profetas y Maestros

I. Su Fruto — Que Hacen o Producen por sus Vidas y Ministerios

(1) El fruto de su doctrina es malo
(2) No hace la Voluntad de Dios
(3) Promueve la adoración a otros dioses u otra doctrina que no es verdad
La creencia en la inspiración de las Escrituras es muy importante
El Amor de la Verdad que Nos Salva
La Necesidad de Enfrentar lo Indebido
Tendencia de Evitar o Usar Material no Bíblico. Hecho del Hombre
(4) Desobedece restricciones e instrucciones claras de la Biblia
Mujeres en el Ministerio de Predicar y Enseñar
Doctrina es Importante, no de ser Despreciada

II. Sus Métodos — Como hacen lo que hacen

(5) Quieren esclavizar a los hermanos
Dios Repartió Dones a Quién Quiso
Ni Somos Ejército Ni Negocio, sin una Familia en Cristo
El Plan de Dios es un Consejo de Ancianos Avisando el Líder
(6) Roban a los hermanos de su dinero
(7) Sacrifican a las ovejas, no sacrifican por ellos
(8) Tendencia de ser duro y cruel
«Que no perdonarán al rebano»
El mal ministro también dispersa a las ovejas en lugar de recogerles
Los salvos son como ovejas descarriadas
El bueno ministro de Dios preocupa, busca, y recoja
Resumen de la marca de dureza y crueldad
El Error de Balaam
(9) No tienen Integridad
(10) Fabrican su propia visión que no es de Dios
(11) Engañan por hacer milagros para ganarles autoridad con el pueblo de Dios
Lenguas Modernas es una Marca del Falso Profeta
(12) Predican cosas que no promueven y producen la piedad yla fuerza espiritual, sino vanidad
Exito y el Ministerio
Personalidad Carismárica
(13) Tienen tendencia de no enfrentar el pecado, especialmente el pecado presente en su cargo
(14) Rechazan, desprecian, odian, y denuncian autoridades
(15) Tienen tendencia a exagerarse
(16) Hacen acepción de personas para provecho personal o de su ministerio
(17) Quieren Distinguirse con Reconocimiento de los Hombres
(18) Son herejes (causan divisiones)
¿Cómo discernimos si estamos siguiendo a un lobo o a Cristo?
1.¿Quién es el enfoque de su ministerio? ¿Cristo o el ministro?
2.¿Qué tan importante es el ministro en el grupo?
3.¿Cómo el ministro recibe y busca corrección y otros en su ministerio?
4.¿Cómo vea el ministro a otros de opiniones diferentes?
5.¿Cómo vea y se suj eta a la autoridad de las Escrituras?
¿Por qué no hay armonía en la Iglesia de Dios?
¿Por qué Dios permite herejías, sectas, y divisiones?
¿Quién es responsable para la división entre hermanos?

III. Su Carácter — Que son. o que está en su corazón

(19) Se parecen hermanos pero son lobos rapaces
¡Cuidado cuando la gente vea demasiado bien a un ministro!
(20) Son orgullosos y arrogantes
(21) Buscan esquivarlas normas de Dios para ellos mismos
(22) Son Murmuradores
(23) Son Querellosos
(24) Son Burladores
(25) Son sensuales, sin el Espíritu Santo
(26) Son calumniadores, blasfemadores
(27) Son personas sin reglas, sin principios, sin integridad

IV. Nuestra Defensa Contra los Falsos Profetas

1. Amarla verdad de Dios
2. Probar a los ministros y su doctrina, para ver si es de Dios
3. Separamos de los que no llevan la verdadera doctrina de Dios

Apéndices

Apéndice 1 — «No Toquéis a mis ungidos»
Apéndice 2 — ¿Por qué Dios permite error?
Apéndice 3 — ¿Qué es el modelo y método que Dios nos ha dejado para hacer Su ministerio?
Apéndice 4 — Cada cristiano tiene que renunciar riquezas como la prioridad y meta
de su vida
Apéndice 5 — Marcas de una Secta Falsa
En este estudio va a examinar lo que dice la. Biblia sobre los falsos profetas y maestros.
Esto es en contraste al buen maestro, que es el hombre de Dios.
Anotaciones: Para este estudio, usamos como iguales «falso maestro.» «falso profeta» y «falso apóstol.»

Las Marcas de los Falsos Profetas y Maestros

Por David R. Cox © 2005

La Lucha Espiritual de Cada Cristiano

1° Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Efesios 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Introducción

Claramente existe la falsa doctrina. Esto es porque tenemos un enemigo, astuto, fuerte, e inteligente que nos persigue sin descansar. Satanás es quien que beneficia tanto de la falsa doctrina. Debemos aclarar muy bien, que la meta de Satanás no es una falsa doctrina en específica. Podemos decir que la única falsa doctrina que es siempre presente en todas las falsas doctrinas es la marca del carácter de Satanás en que hace su propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios el Padre. Actualmente esto es una definición del pecado. Pero aparte de esto, cualquiera doctrina que no sea la actual de Dios, o cualquier perversión de buena doctrina, mezclándola con buena comida como lo preparan veneno de rata, sirve a los propósitos de Satanás.

Pero Dios NO nos ha dejado desamparado o sin defensa contra la furia de Satanás. Dios nos avisó en varios lugares qué son las marcas de uno falso maestro. Un falso maestro es alguien que pervierte, tuerce, o manipula el mensaje de Dios para los propósitos personales. Simplemente, no lo da el mensaje tal como Dios nos mandó. La Biblia habla del predicador usando el concepto de “heraldo,” quien repetía lo que dijo el Rey para que él no tuviera que gritar. Cualquier cambio en el mensaje del heraldo es justificación de perder no solamente su trabajo de representar al Rey, sino también su vida (Deu. 18:18-20). Igualmente el ministro que cambia el mensaje de Dios llega a perder su ministerio, y hasta que está en peligro su mera salvación (Apoc. 22:18-19). Esto es la importancia que Dios pone en fidelidad al mensaje de Dios.

Dios no nos ha consultado sobre su mensaje para corregir partes malas, incompletas, o de cambiar la presentación para que sea mejor. Dios no nos ha consultado para quitar de prominencia partes que van a causar conflictos, o que no van a ver bien o fácilmente recibidos. Todo esto queda en el prejuicio de Dios. Nos mandó para darlo tal como es y con todas las ofensas, “problemas”, o dificultades que trae.

2° Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

Por ejemplo, muchos dicen que no debemos atacar la homosexualidad como un pecado. Dios dijo diferente. Otros dicen que la mujer es ahora igual con el hombre, y entonces ellos proclaman que la mujer puede ser líder del hogar, llevar a su marido en sujeción, y predicar, enseñar, dirigir, y dominar al hombre. Dios dice diferente. No es para el ministro de cambiar el mensaje de Dios, sino de entregarlo tal como es dado a él.

El falso maestro no tiene que tener todas estas marcas, sino simplemente cumpliendo con una sola marca le ubica como falso maestro, y debemos ser sabios y huir de él, de su ministerio, de sus enseñanzas particulares. A veces las marcas preceden la actual falsa doctrina. Con unos, la doctrina es buena pero el corazón es malvado. Dios nos avisa que el tipo de ministro (que se identifica con estas marcas) luego probablemente va a vagar con tiempo en su doctrina y su conducta, porque ya ha vagado en su corazón con Dios. Uno de ellos, falsa doctrina y mala conducta, trae el otro. Debemos entender que la falsa doctrina y el falso profeta provienen de un defecto del carácter de la persona, y se puede observar su carácter y conducta antes de que enseña algo y se previnido en lo de la falsa doctrina.

El problema se divide en partes: (1) Reconocer la doctrina como mala, no bíblica. (2) Reconocer la forma de trabajar del ministro para saber si él es un falso maestro. (3) Reconocer qué tipo de persona que es.

A veces el cambio es lento en mover de ser un buen ministro a ser un ministro de Dios falso. Hay situaciones, crisis, o cambios en la forma de pensar un ministro que le mueve de un lado a otro. Personalmente creo que no era bien fundado desde el principio, que tuvo creencias y formas de trabajar que “tomó” para sí por un tiempo porque quiso ser identificado con buenos hombres de Dios, pero con tiempo, se fue cambiando hasta se reveló realmente que tipo de ministro que es.

Debemos aquí también aclarar que no todos que hacen equivocación en el ministerio, en su conducta, en la predicación, o aun en la doctrina que presentamos a otros es un falso maestro. A veces por falta de entender algo, el ministro no puede explicarlo muy bien. Hay un proceso mental y espiritual atrás de un falso maestro o profeta, y esto es lo que califica la persona a ser falso. Con un verdadero hombre de Dios, hay caídas en el pecado como el Rey David, Pedro, y muchos otros. Hasta Pedro se identificó con los falsos maestros de Jerusalén por un tiempo, pero se arrepintió de ellos cuando alguien (Pablo) se aclaró la situación a él.

1° Pedro 1:10-12 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 12 A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.

Si el heraldo simplemente repite el mensaje, él no es quien que originó el mensaje, y puede ser que él mismo ni siquiera entiende bien el mensaje que da. Simplemente repita lo que Dios le ha dado. Para el bueno ministro, esto es lo que le guía para que sea un buen ministro, fidelidad al mensaje tal como Dios le ha dado. Cuando un buen ministro hace equivocación, se corrija inmediatamente (cuando sepa o alguien le enfrenta para que sepa), y lo aclara lo más claro que puede. Él no tiene vergüenza (o mejor dicho orgullo) en corregir su doctrina o conducta cuando no está de acuerdo con lo que Dios marca. Su grande miedo es exactamente eso, de estar de desacuerdo con Dios. Por eso él se refrena de aumentar, elaborar, o de cambiar algo por miedo de cambiar el mensaje en una forma.

En el fondo de todo esto es que el falso maestro ha decidido de no preocuparse en su fidelidad al mensaje de Dios. Él lo usa para su propio provecho. El obra por el orgullo de su corazón. Él ya sabe, y entonces no deja que nadie investiga su doctrina, conducta, o ministerio. El bueno ministro en cambio es manso, humilde, y abierto a investigación.

1° Pedro 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;

Colosenses 4:6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

El bueno ministro ha captado que Dios ha puesto a él como un ejemplo de Cristo en este grupo de personas (1ª Pedro 5:3 “siendo ejemplos de la grey”; Hebreos 13:7 “considerad… su conducta, e imitad su fe”), y su liderazgo es por medio de su propio ejemplo, no autoridad como en el ejercito o en empresas. La fuerza de su ministerio es en como él hace las cosas igualmente como en qué doctrina enseña.

Un falso maestro tiene un carácter que regresa vez tras vez a doctrina errónea, a conducta pecaminosa. Él tiene su carácter defectuoso porque no se concentra en la voluntad de Dios, sino en lo que él mismo piense, lo que le parece bien a él. Todos los cristianos pecan. Pero el falso maestro promueve pecados en específico, hasta que él los defiende con lógica y versículos de la Biblia. Su respuesta a su propio pecado es de defenderse (Véase Apéndice 1 – No tocar al ungido de Dios, página 53), no de arrepentirse, confesando, pidiendo perdón. Esto es lo que separa el falso maestro del buen maestro.